El precio promedio de las ‘alitas de pollo’ voló a niveles récord nunca vistos en junio, al tocar por primera vez los 62 pesos por kilo, un alza de 25 por ciento anual en comparación con los 49.62 pesos del sexto mes del 2020 y 30 por ciento más frente a junio del 2019, antes del coronavirus, lo que amenaza a cadenas de restaurantes especializadas en estas piezas como Buffalo Wild Wings, Santas Alitas, WingStop, Wings Army y Wings Factory.
Arturo Calderón, presidente ejecutivo de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), explicó que la demanda de las alitas se incrementó durante la emergencia sanitaria, sin que eso mismo ocurriera con las otras piezas del pollo, lo que provocó un desequilibrio. “Todos los patrones de comportamiento de los mercados agropecuarios se rompieron, la pandemia vino a cambiar la situación de la industria avícola (…) Debemos tomar en cuenta que el pollo solo tiene dos alas y no se puede producir más pollo porque el resto de las piezas (como la pechuga y piernas) no elevaron su demanda al mismo nivel. Mi expectativa es que eventualmente los mercados encontrarán su balance”, comentó Calderón.
Primero fueron los semiconductores que comenzaron a escasear a nivel mundial en la industria automotriz y ahora en México, particularmente en Nuevo León, y en algunas localidades de Estados Unidos y Canadá, ya existe desabasto de alas de pollo. La suspensión temporal de bares, restaurantes, hoteles, cines, salas de conciertos y eventos deportivos masivos, durante buena parte del año pasado y del arranque de este 2021, para evitar la propagación del coronavirus en México, impulsó la demanda de productos ‘listos para comer’ y pedidos a domicilio, siendo las ‘alitas de pollo’ las ganadoras indiscutibles de la temporada, aseguró la consultora Euromonitor Internacional.
Gustavo Barraza Miller, director de operaciones de Grupo HEMA, que opera la cadena de restaurantes Buffalo Wild Wings en México, señaló que la falta de oferta en alas pollo es mundial, “porque la demanda por este producto es tan brutal por la pandemia, que no existe la capacidad en el planeta para cubrir esta situación”, aseveró. Agregó que la falta de capacidad en la producción de pollo tiene que ver con los cambios en las cadenas de suministro agroalimentarias que, por el cierre de restaurantes, hoteles y bares, tuvieron que modificar sus capacidades, limitando la oferta de esta proteína. “Los cambios causados por la pandemia generaron una escasez de pollo en todo el mundo, por ejemplo, en Canadá se quedaron seis meses sin pollo, por eso ahora vemos este aumento en el precio”, explicó.
Arturo Martín del Campo, director de finanzas de la franquicia Santas Alitas, dijo que el encarecimiento de las alas de pollo no puede trasladarse completamente al consumidor, porque en muchos casos implicaría sacar de competencia al restaurante.“Este precio no lo podemos poner de manera inmediata en el menú, porque es un aumento considerable, trasladarlo podría hacer pensar a las personas que somos caros si nos comparan con otras piezas y no sería considerado un snack”, comentó el directivo. En junio, el precio de las piernas y muslos a granel crecieron 11.9% anual, mientras que la pechuga de pollo subió 17.9% anual, de acuerdo con información de INEGI. Calderón destacó que la alta demanda de alitas provocó limitaciones en la oferta, debido a que Estados Unidos incluso redujo sus exportaciones a México para cubrir su propia demanda interna.
Los restaurantes de alitas como Buffalo Wild Wings y Santas Alitas apuestan por robustecer su menú para mantener la rentabilidad y poder ofrecer a precios competitivos las alas de pollo, pese a este aumento récord en su precio. Gustavo Barraza Miller de Grupo HEMA contó que Buffalo Wild Wings trabaja en sumar y mejorar su oferta en otros productos como hamburguesas y sopas, para continuar generando ganancias. “Vamos a tratar de continuar de esta forma para evitar el aumentar nuestros precios y mantener una buena rentabilidad”, explicó. Arturo Martín del Campo de Santas Alitas dijo que realizan pruebas con otras piezas del pollo e incluso con costillas de cerdo para mantener la rentabilidad de sus restaurantes. “Incluso si logramos que aumente la demanda de otras piezas del pollo como las piernas y muslos, creo que eso mejoraría el mercado de alas”, contó.
El Financiero / Julio 2021
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Datos del Monitor de Sequía de México, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelaron que la sequía extrema (D3) se extendió por diversas zonas de Chihuahua, Durango y Zacatecas durante los primeros 15 días de junio del 2021. Lo anterior se debió por el dominio de un sistema de alta presión en los niveles medios de la atmósfera y la escasa humedad en los niveles más bajos sobre la región noroeste del territorio nacional lo cual provocó que las temperaturas más altas se localicen en el norte y noroeste del país.
La Conagua informó que en Chihuahua la cifra pasó de 15.5% el 31 de mayo de este año a 41.4% en la primera quincena de junio. En el Caso de Durango, se fue de 57.9 a 60.4% y para Zacatecas de 28.9 a 31.3 por ciento. En términos generales para los estados, el informe detalló que Chihuahua tiene 7.6% de su territorio con sequía moderada (D1), 47.4% con severa (D2) y 3.6% con excepcional (D4). Para el mismo periodo del año anterior, la entidad sólo registró 39.4% como anormalmente seco (D0), 19% como D1 y 41.6% sin afectaciones.
Para el caso de Durango la situación es igual de compleja, ya que los datos revelaron que 39.6% del estado está catalogado con D2 y el resto, es decir 60.4% con D3. Al realizar la misma comparación, en la primera quincena de junio, pero del 2020, la entidad registró 68.1% en D0; 21.1% en D1 y 10.8% sin afectaciones. En Zacatecas, el Monitor de Sequía confirmó que 3.2% del estado tiene un grado de sequía D0; 8.7% en D1; 56.8% en D2 y 31.3% en D3. En el 2020 los datos eran los siguientes: 41.4% como anormalmente seco, 17.9% con sequía moderada y 40.7% sin afectaciones.
Cabe señalar que, Sonora es el estado, de los 32 que conforman a la República, que registró el mayor porcentaje en D4, con 23.5 por ciento. Hace un año, la entidad sólo reportó 1.1% en D0 y el resto (98.9%) sin afectaciones. Panorama nacional Con lo que respecta a los datos para todo el país, al 15 de junio de 2021 el porcentaje de área con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) fue de 67.41%,es decir 5.22 puntos menos que lo cuantificado al cierre del mes de mayo pasado.
Agricultores dejan de sembrar por miedo a perder la producción
Reducción en la producción de sus tierras, elegir a qué cultivo darle preferencia, alza en los costos, pagos injustos y dejar sin trabajo a personas que subsisten del campo es lo que viven algunos agricultores en el país derivado de la fuerte sequía que afecta gran parte del territorio nacional. “Se batalló bastante con el agua, se secaron los ríos, estábamos sacando agua de las pozas. Es la sequía más fuerte que ha impactado en la zona, porque yo nunca había visto que se secaran los ríos. Tanto como perder la siembra no, pero batallar con el agua hace que te baje de 30 a 40% la producción”, describe Genaro Vargas, agricultor del Valle del Metztitlán en Hidalgo.
El productor, también señaló que este año ha sido atípicamente difícil, pues al no existir agua en los ríos de la zona, se incrementa mucho el costo de producción y cuando se logra sacar la cosecha los agricultores se enfrentan a otro difícil problema. El caso más fuerte en la zona, reconoce, es el de laguna de Metztitlán la cual se encuentra prácticamente seca. En ese sitio se almacenaba agua para cultivos en otra zona que se conoce como Barranca Chica. “Si dios quiere que en esta época de lluvia nos llueva bien y exista bastante escurrimiento, nos podría aguantar hasta marzo o mayo del siguiente año, pero si no pasa eso vamos a tener los mismos problemas o incluso más fuertes”, manifestó el agricultor con más de 50 años de experiencia.
La situación en Chihuahua En Chihuahua, uno de los estados en donde la situación de sequía es extrema, diversos agricultores han optado por abandonar cultivos y concentrar todo el riego en uno solo, con el que mayores ganancias puedan tener. Luis Delgado, agricultor de la zona centro del estado explica que trabajar el campo bajo esta situación es prácticamente una odisea, ya que baja la producción por lo tanto la economía de las familias se ve amenazada. “Es difícil, porque si con 100% de la superficie cultivable batallamos con los acreedores o con quienes tenemos compromisos financieros imagínate hoy con 30% de superficie. Sólo es para sobrevivir; este año así lo vemos como productores”, expresa. Por su parte, Víctor Velderrain, agricultor de la misma zona señaló que a cada productor, independientemente de lo que siembre, se le otorgan 9 millares de metros cúbicos por hectárea. Este año sólo se dispersaron 2.5 millares. “Como productor tú tienes que elegir. Por ejemplo: si tienes alguna zona de nogales y si tienes otra para producir hortaliza o forrajes, ésta última no la trabajas porque haces una estimación durante todo el año para saber para qué te alcanza el agua que te dan. Esa agua no te alcanza para nada y te pones a hacer otra cosa”, confirmó el agricultor chihuahuense.
Tanto Víctor como Luis coincidieron que este 2021 será un año de “apretarse el cinturón completamente”, al tiempo que comentaron que de no cambiar la situación para el próximo año, se tendrán que replantear su lugar de trabajo. Ezequiel Arvizu Barrón, profesor investigador del departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo alertó que existe la posibilidad de que, ante la situación tan apremiante, los agricultores decidan cavar pozos clandestinos. “Existe la posibilidad, sin embargo lo ideal sería que ellos tuvieran un permiso de extracción ante Conagua porque involucra estudios técnicos muy profundos para ver con cuánta agua dispone el manto freático. En puebla sí ha pasado”.
Sector ganadero
Por otro lado, los productores reconocieron que no sólo la sequía afecta al campo mexicano, también el sector ganadero está viviendo situaciones “catastróficas”. En Hidalgo, Genaro Vargas explicó que existen ranchos en donde los ganaderos tienen que vender cabezas de ganado para poder adquirir alimento o agua y de esta manera mantener a los que quedan. Y en el sector lechero de Chihuahua la situación es la misma. “La ganadería también requiere que las presas tengan un nivel óptimo para la extracción del agua. Estudios revelan que por cada cabeza de ganado hay un determinado volumen de extracción y esto no se recupera, por cada kilo de carne se requiere 15,000 litros de agua y no sólo eso el aguacate también requiere deforestar terrenos y grandes cantidades del recurso hídrico”, explicó el investigador de Chapingo. .
El Economista / Junio 2021
De enero a mayo, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que registra la siembra y cosecha de 64 productos como frijol, arroz y maíz, entre otros, se han registrado un total de 361,461.70 hectáreas siniestradas en el país, cifra superior en 365.3% a lo registrado en el mismo periodo del 2020, cuando fue de 77,677.85. La dependencia federal considera una superficie siniestrada como toda aquella que se sembró y no germinó.
El director general de Fomento a la Agricultura de la Sader, Santiago Arguello Campos, reconoció en entrevista con El Economista que las afectaciones “en su mayoría es por el estrés hídrico”, es decir, la falta de agua para poder regar los cultivos. Tamaulipas es el estado con más hectáreas reportadas como siniestradas durante los primeros cinco meses del 2021, ya que la entidad registró un total de 328,252.16, muy por arriba de las 13,611.50 documentadas en el mismo lapso del 2020. Es decir, la entidad norteña agrupa el 90% de las zonas afectadas. En segundo lugar se encuentra San Luis Potosí que contabilizó una pérdida de 17,252.41 hectáreas.
En comparación, de enero a mayo del 2020, el estado reportó a la Sader 20,665 hectáreas siniestradas, es decir, tuvo una disminución de 3,412.59 hectáreas. Nuevo León es el estado que ocupa la tercera posición como la entidad con más pérdidas de cultivos, ya que informó que se perdieron 6,599.50 hectáreas en los cinco primeros meses de 2021 mientras que, para el mismo periodo del 2020, la cifra fue de 579.7. El cuarto y quinto lugar lo ocupan Tabasco y Baja California respectivamente, la primera entidad registró 2,157 hectáreas siniestradas para lo que va de este ciclo agrícola, mientras que para el mismo lapso, pero del año pasado, reportó 805 hectáreas. En tanto que en Baja California se reportó, entre enero y mayo del 2020, sólo tres hectáreas siniestradas; para el mismo periodo de este año, en la entidad se reportaron 2,045.73 hectáreas perdidas. Por otra parte, los estados que presentaron una diminución en el número de hectáreas afectadas entre el año pasado y este fueron: Veracruz, que pasó de 29,602 en el 2020 a 960 para este 2021. Sinaloa de 5,638.40 a solamente 185 y por último, Nayarit de 3,386 reportadas a únicamente 10.
Reconversión productiva
El director general de Fomento a la Agricultura de la Sader, Santiago Arguello Campos, refirió que la situación de pérdida de cultivos no es generalizada. “La agricultura en el país va bien en este ciclo agrícola, pero hay zonas con difícil panorama. Desde luego estamos, al igual que los productores, preocupados y atentos. El sentido de urgencia no se apaga, nuestro trabajo es planificar estos ciclos y monitorear que se vayan dando las condiciones tanto para su ejecución o en su caso reconversión”, manifestó.
Con base en la información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, detalló que hasta el 31 de mayo de este año, la dependencia registró 9 millones 635,754.84 hectáreas sembradas, mientras que para el mismo lapso del año pasado la cifra fue de 9 millones 443,871.39, un incremento de 2.03%. Sin embargo, con lo que respecta a la cosecha, la cifra de este año es menor al ciclo anterior. Para el lapso de enero a mayo del 2021, la Secretaría registró 4 millones 891,899.25 hectáreas cosechadas; para el mismo periodo del 2020 la cifra fue de 4 millones 944,682.72 hectáreas, es decir, hay una disminución de 1.06%.
El déficit de cultivos en algunas zonas del país se ha presentado desde el 2019, reconoció el funcionario. “Por poner de ejemplo: el maíz en Sinaloa en el 2019 traíamos 557,000 hectáreas y en el 2021 esperamos 518,000 hectáreas, esta diminución se debe a que simplemente no hay la cantidad de riegos disponibles para sembrar y germinar, esas son parte de las afectaciones”, confirmo. Lo anterior, dijo Arguello Campos, ha motivado a un proceso de reconversión productiva, ya que se comienza a migrar de estas zonas afectadas, reportadas por Comisión Nacional del Agua, al sur-sureste del país “donde hemos generado cierta compensación”. En algunos estados, como Sinaloa, las afectaciones por la escasez de agua en el proceso de la agricultura se han presentado desde el 2019, de acuerdo con la Sader.
El Economista / Junio 2021
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