De acuerdo con especialistas, se necesitan inversiones sostenidas aproximadamente de 80,000 millones de pesos anuales durante los próximos 50 años, para mejorar la infraestructura y con ello el acceso al agua en México y así contribuir a una seguridad hídrica en el país.
Durante la presentación de “Perspectiva del agua en México: Propuestas hacia la seguridad hídrica” se estableció que existe un rezago acumulado en el mantenimiento de la infraestructura hídrica nacional, lo anterior derivado por la falta de recursos provenientes de las tarifas y los fondos fiscales. Una parte importante de los componentes de la infraestructura hidráulica han sobrepasado su vida útil o han sido superados por los avances tecnológicos, por lo que es necesario reemplazarlos o sustituirlos por equipo más moderno y eficiente. De no emprender estas acciones en el corto plazo, se pondría en riesgo la totalidad de la infraestructura existente, independientemente de los altos costos que se pagarían por presentarse fallas en los sistemas”, se lee en el documento.
Presupuesto de Conagua
Eduardo Vázquez Herrera, director ejecutivo de Agua Capital, fondo de Agua de la Ciudad de México indicó que existe una brecha significativa en el presupuesto que el gobierno federal otorga a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ya que ha decrecido de manera constante en los últimos 15 años. “Y por ahí deja ver el reto, que debemos reconocer que esto no viene de esta administración, ha sido decreciente desde administraciones pasadas y el nivel de prioridad de esta agenda ha perdido peso por múltiples razones que están reflejadas en el documento y podemos discutir”, detalló durante su participación en el evento.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información del Agua, en el 2014 se ejerció el mayor presupuesto de la dependencia con un total de 59,600 millones de pesos; dos años antes el monto fue de 58,800 millones y en el 2011 fue de 54,900 millones de pesos. El presupuesto más bajo del que se tiene registro fue en el 2001 cuando se ejercieron 14,000 millones de pesos, otro de los montos más bajos fue el de 1995 con 19,900 millones y un año después fue de 23,600 millones. Para el 2020 fue de 27,900 millones de pesos. Para este 2022, la Cámara de Diputados aprobó un total de 33,916 millones 348,853 pesos, de los cuales 4,125 millones son para servicios personales; 7,870 millones para gasto de operación y 18,047 millones para inversión física.
“Mucho de las conclusiones o del sentido del planteamiento que contiene el documento es compartirlo con los tomadores de decisiones, la autoridad, legisladores y distintas aéreas público, social, privado. Difundir la información a nivel nacional y también tenemos que recordar que el agua tiene una perspectiva regional y local muy puntual si bien son problemas regionales, cada localidad tiene una realidad muy específica y la idea es presentar las propuestas y de manera colectiva entender cómo articular las acciones y decisiones para hacerlas vigentes”, subrayó.
Para mantenimiento
Por su parte, Fernando J. González Villareal, director del Centro Regional de Seguridad Hídrica (Cershi) bajo los auspicios de la Unesco, aseveró que sostendrá un encuentro con los diputados en el que se planteará que los 80,000 millones son necesarios. “Este dinero es para el mantenimiento de la infraestructura, en primer lugar; en segundo para construir infraestructura para poder adaptar los sistemas para hacerlos resilientes, que si llega un problema se puede recuperar posteriormente. Si no se diera este presupuesto se correría el riesgo de desabastecimiento, como lo que se vive en Monterrey y que puede extenderse a otros estados”, aseguró.
Bajo este tenor, el análisis elaborado por la UNAM, Cershi y Agua Capital indicaron que es indispensable incrementar la cartera de proyectos y ritmo de construcción de infraestructura; impulsar la eficiencia de los sistemas de agua potable, así como optimizar los procesos agrícolas e industriales para la explotación del recurso. De igual manera, como parte de las propuestas que se exponen en el documento se explicó que es necesario gestionar tanto la oferta como la demanda.
Además de señalar oportuno el garantizar una sostenibilidad financiera mediante una Ley Federal de Derechos con lo que se busca romper el círculo vicioso entre bajas tarifas y un deficiente nivel de servicio. De igual manera buscan fortalecer tanto la gobernanza como la gestión de los recursos hídricos, lo anterior por medio de medidas como la Ley General de Aguas para hacer vigente el acceso universal del líquido y al saneamiento, ya que los expertos consideraron que en esos temas el país se encuentra rezagado. Entre los principales factores que causan desabasto de agua se encuentran la sobreexplotación, la mala optimización para el uso del agua en el sector agrícola, así como la pérdida de líquido mediante fugas, la cual se calcula en 40%.
Sequía
De acuerdo con información oficial, al 15 de agosto pasado el área con alguna afectación por sequedad fue de 57.51% a nivel nacional, 7.32 puntos menos que el registro previo que fue de 64.83%.
Según el último reporte del Monitor de Sequía, elaborado por la Conagua, se informó del registro de lluvias por arriba del promedio a lo largo de las costas del Pacífico mexicano, la Sierra Madre Occidental y porciones en el centro del país, la Península de Yucatán e Istmo de Tehuantepec. “Estas lluvias fueron ocasionadas por la persistencia del Monzón de Norteamérica en el noroeste, que dejó lluvias principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa, Durango y parte de Chihuahua; así mismo por el paso de las ondas tropicales 18, 19, 20, 21, 22; y adicionalmente por el desarrollo del huracán Howard y la tormenta tropical Ivette en la cuenca del Pacífico”, se puede leer en el reporte.
Con lo anterior, se precisó que estos aportes de humedad favorecieron la reducción de las áreas con sequía moderada a excepcional (D1 a D4) en el noroeste y norte de México.
Zonas afectadas
El reporte también indicó que mientras en algunas regiones del país la situación mejoró, en otras registraron persistencia del fenómeno. En el documento elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se detalló que las bajas precipitaciones así como temperaturas por arriba del promedio en el noroeste y la región del Bajío ocasionaron áreas con sequía de moderada a severa. Con lo que se refiere a la afectación específica, Nuevo León tiene 23.3% de su área bajo la condición de anormalmente seco, 62.2% con sequía moderada y 14.5% sequía severa. Mientras que Coahuila 1.5% de su territorio está en la categoría D0; 10.3% en D1; 49.3% en D2; 37.3 con sequía extrema y 1.6% en sequía excepcional.
El Economista / Agosto 2022