Si el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere bajar la inflación en alimentos, los controles de precios son una pésima opción, según especialistas. Expertos concordaron en que imponer algún tipo de control de precios a los alimentos tendrá consecuencias graves para toda la cadena productiva, y potencialmente para consumidores.
“La evidencia indica que puede meterse mayor presión a la inflación, y seguro habría distorsiones en los niveles de oferta y demanda...aunque no necesariamente tendría que ser tan catastrófico como lo señala la teoría”, señaló en entrevista Waldo Soberon, analista de datos en Smattcom.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señaló que la imposición de controles “sería lamentable” y que pegaría a toda la cadena, sobre todo e los precios de commodities como grano y maíz. “La historia muestra que estas medidas dañan al sector primario, agroindustrial e industrial por aumentos de los costos que llevarían a la pérdida de rentabilidad. Se vuelve una bola de nieve donde nadie gana, ni el consumidor”, dijo.
Los productores tampoco están de acuerdo. Bernardo Bravo, presidente del Comité Nacional Sistema Producto Limón Mexicano (Conasiprolim), dijo que lo ve “complicado” y que sería preferible bajar costos de insumos. La Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex) declaró que “no es sano para el mercado ni para nuestra industria”, y el Consejo Nacional de la Tortilla acusó “una falta de políticas públicas y de conocimiento para ayudar a controlar y trabajar desde el agro”. Sin dar detalles, AMLO comentó que su administración evalúa imponer controles de precios a los alimentos “si se mantiene alta la inflación”.
El Financiero / Abril 2022