Se expande sequía extrema en el norte

    Datos del Monitor de Sequía de México, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelaron que la sequía extrema (D3) se extendió por diversas zonas de Chihuahua, Durango y Zacatecas durante los primeros 15 días de junio del 2021. Lo anterior se debió por el dominio de un sistema de alta presión en los niveles medios de la atmósfera y la escasa humedad en los niveles más bajos sobre la región noroeste del territorio nacional lo cual provocó que las temperaturas más altas se localicen en el norte y noroeste del país.

    La Conagua informó que en Chihuahua la cifra pasó de 15.5% el 31 de mayo de este año a 41.4% en la primera quincena de junio. En el Caso de Durango, se fue de 57.9 a 60.4% y para Zacatecas de 28.9 a 31.3 por ciento. En términos generales para los estados, el informe detalló que Chihuahua tiene 7.6% de su territorio con sequía moderada (D1), 47.4% con severa (D2) y 3.6% con excepcional (D4). Para el mismo periodo del año anterior, la entidad sólo registró 39.4% como anormalmente seco (D0), 19% como D1 y 41.6% sin afectaciones.

    Para el caso de Durango la situación es igual de compleja, ya que los datos revelaron que 39.6% del estado está catalogado con D2 y el resto, es decir 60.4% con D3. Al realizar la misma comparación, en la primera quincena de junio, pero del 2020, la entidad registró 68.1% en D0; 21.1% en D1 y 10.8% sin afectaciones. En Zacatecas, el Monitor de Sequía confirmó que 3.2% del estado tiene un grado de sequía D0; 8.7% en D1; 56.8% en D2 y 31.3% en D3. En el 2020 los datos eran los siguientes: 41.4% como anormalmente seco, 17.9% con sequía moderada y 40.7% sin afectaciones.

    Cabe señalar que, Sonora es el estado, de los 32 que conforman a la República, que registró el mayor porcentaje en D4, con 23.5 por ciento. Hace un año, la entidad sólo reportó 1.1% en D0 y el resto (98.9%) sin afectaciones. Panorama nacional Con lo que respecta a los datos para todo el país, al 15 de junio de 2021 el porcentaje de área con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) fue de 67.41%,es decir 5.22 puntos menos que lo cuantificado al cierre del mes de mayo pasado.

     

    Agricultores dejan de sembrar por miedo a perder la producción

    Reducción en la producción de sus tierras, elegir a qué cultivo darle preferencia, alza en los costos, pagos injustos y dejar sin trabajo a personas que subsisten del campo es lo que viven algunos agricultores en el país derivado de la fuerte sequía que afecta gran parte del territorio nacional. “Se batalló bastante con el agua, se secaron los ríos, estábamos sacando agua de las pozas. Es la sequía más fuerte que ha impactado en la zona, porque yo nunca había visto que se secaran los ríos. Tanto como perder la siembra no, pero batallar con el agua hace que te baje de 30 a 40% la producción”, describe Genaro Vargas, agricultor del Valle del Metztitlán en Hidalgo.

    El productor, también señaló que este año ha sido atípicamente difícil, pues al no existir agua en los ríos de la zona, se incrementa mucho el costo de producción y cuando se logra sacar la cosecha los agricultores se enfrentan a otro difícil problema. El caso más fuerte en la zona, reconoce, es el de laguna de Metztitlán la cual se encuentra prácticamente seca. En ese sitio se almacenaba agua para cultivos en otra zona que se conoce como Barranca Chica. “Si dios quiere que en esta época de lluvia nos llueva bien y exista bastante escurrimiento, nos podría aguantar hasta marzo o mayo del siguiente año, pero si no pasa eso vamos a tener los mismos problemas o incluso más fuertes”, manifestó el agricultor con más de 50 años de experiencia.

    La situación en Chihuahua En Chihuahua, uno de los estados en donde la situación de sequía es extrema, diversos agricultores han optado por abandonar cultivos y concentrar todo el riego en uno solo, con el que mayores ganancias puedan tener. Luis Delgado, agricultor de la zona centro del estado explica que trabajar el campo bajo esta situación es prácticamente una odisea, ya que baja la producción por lo tanto la economía de las familias se ve amenazada. “Es difícil, porque si con 100% de la superficie cultivable batallamos con los acreedores o con quienes tenemos compromisos financieros imagínate hoy con 30% de superficie. Sólo es para sobrevivir; este año así lo vemos como productores”, expresa. Por su parte, Víctor Velderrain, agricultor de la misma zona señaló que a cada productor, independientemente de lo que siembre, se le otorgan 9 millares de metros cúbicos por hectárea. Este año sólo se dispersaron 2.5 millares. “Como productor tú tienes que elegir. Por ejemplo: si tienes alguna zona de nogales y si tienes otra para producir hortaliza o forrajes, ésta última no la trabajas porque haces una estimación durante todo el año para saber para qué te alcanza el agua que te dan. Esa agua no te alcanza para nada y te pones a hacer otra cosa”, confirmó el agricultor chihuahuense.

    Tanto Víctor como Luis coincidieron que este 2021 será un año de “apretarse el cinturón completamente”, al tiempo que comentaron que de no cambiar la situación para el próximo año, se tendrán que replantear su lugar de trabajo. Ezequiel Arvizu Barrón, profesor investigador del departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo alertó que existe la posibilidad de que, ante la situación tan apremiante, los agricultores decidan cavar pozos clandestinos. “Existe la posibilidad, sin embargo lo ideal sería que ellos tuvieran un permiso de extracción ante Conagua porque involucra estudios técnicos muy profundos para ver con cuánta agua dispone el manto freático. En puebla sí ha pasado”.

     

    Sector ganadero

    Por otro lado, los productores reconocieron que no sólo la sequía afecta al campo mexicano, también el sector ganadero está viviendo situaciones “catastróficas”. En Hidalgo, Genaro Vargas explicó que existen ranchos en donde los ganaderos tienen que vender cabezas de ganado para poder adquirir alimento o agua y de esta manera mantener a los que quedan. Y en el sector lechero de Chihuahua la situación es la misma. “La ganadería también requiere que las presas tengan un nivel óptimo para la extracción del agua. Estudios revelan que por cada cabeza de ganado hay un determinado volumen de extracción y esto no se recupera, por cada kilo de carne se requiere 15,000 litros de agua y no sólo eso el aguacate también requiere deforestar terrenos y grandes cantidades del recurso hídrico”, explicó el investigador de Chapingo. .

      

    El Economista / Junio 2021