Hasta el momento los asuntos más complejos siguen sin discutirse, como es el caso de la normatividad laboral, reglas de origen y solución de controversias, temas en que las posiciones de los tres países difieren de forma sustantiva. En el sector agrícola se consideraría un proceso expedito para investigaciones antidumping de productos que México exporta a Estados Unidos, tales como espárragos, brócoli o tomate.
Ventanas de estacionalidad
Otro tema complicado se relaciona con los productores de azúcar, hortalizas y frutas frescas de Florida (cercanos al presidente Trump), en donde se puso en la mesa de negociación la intención de limitar las importaciones de productos agrícolas en función de la estacionalidad. Para México esta postura es inaceptable porque implica instaura barreras a la exportación violatorias de la OMC, en perjuicio de un mercado de exportación de 12 mil millones de dólares por año de productos frescos y particularmente de cítricos.
El Secretario de Economía mexicano, Idelfonso Guajardo, manifestó estar en contra de esta medida, aduciendo que es nociva para frenar el avance de la integración del mercado agrícola de América del Norte, dejando entrever que este tipo de medidas de comercio administrado generarán una amplia gama de solicitudes para proteger productos denominados como “sensibles”.
El Sector privado del agro en México, encabezado por Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, afirmó que de establecer estas “ventanas de estacionalidad”, los productores mexicanos inconformes pedirán medidas restrictivas, mismas que tocarían a los agricultores de maíz, trigo y sorgo, además de los criadores y engordadores de reses y cerdos.
La ronda número 4 se realizará entre el 11 y el 15 de octubre en Washington, Estados Unidos.
*Con información de diferentes medios y Secretaría de Economía.