En Contexto 4/1

 

 
     
Sanción de OMC por Ley COOL
 
Año 1, Número 4
La Organización Mundial de Comercio estimó en 227.7 millones de dólares anuales el monto de las represalias comerciales que México puede imponer a productos estadounidenses por los daños generados por la Ley de Etiquetado de país de origen (COOL) en Estados Unidos.
 
Con este dictamen, México tiene derecho de tomar represalias arancelarias contra las importaciones de EU. Dichas sanciones se pueden dirigir a productos perecederos y agropecuarios, aunque no se descarta incluir mercancías industrializadas.
 
 
 
 
 
 
Antecedentes

La ley de etiquetado de país de origen (COOL por sus siglas en inglés) a productos cárnicos entró en vigor en EU en el 2013, y desde entonces, las empresas cárnicas están obligadas a identificar el país en donde nacieron los animales, además de su lugar de crianza y sacrificio. 

La controversia a esta medida se inicia en 2009, en donde México y Canadá exigen a la Organización Mundial del Comercio (OMC) el derecho a ejercer represalias comerciales por un valor cercano a los 3 mil millones de dólares, con el argumento de que esta ley es la causante de una disminución significativa de sus exportaciones de carne a EU. Firmas importantes como Tyson se unieron a esta petición argumentado que esta ley incrementa sus costos para el proceso de producción. 

En mayo de 2015, la OMC determinó que esta ley de etiquetado discriminaba injustamente las importaciones de carne, privilegiando el consumo de carne estadounidense, considerando el etiquetado como una segregación para la carne y el ganado. 

Como resultado de esta controversia, el pasado 7 de diciembre la OMC estableció que las afectaciones al sector ganadero de México ascienderon a los 227.7 millones de dólares, otorgando el derecho a suspender los beneficios de las importaciones estadounidenses por un valor equivalente. Aunque esta determinación da argumentos a México, el monto determinado por la OMC representa menos del 40% del valor solicitado en la demanda original ante este organismo, lo cual deja claro que la solución de fondo es que Estados Unidos derogue su ley COOL. 

El sector privado afectado se ha manifestado públicamente ante el temor a las represalias de México y Canadá, actuando a través de sus Asociaciones para iniciar el cabildeo con el gobierno estadounidense. Empresas como Campbell Soup Company, Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola, Herbalife, Hershey, Kraft Foods Group y Unilever han creado un importante grupo de presión para tratar de aminorar el impacto en sus economías y que se derogue la ley cool. 

El gobierno de México a través de su Ministerio de Economía está elaborando una lista de productos, tanto del sector agropecuario como manufacturas, a las que se les incrementará el arancel como parte de la medida autorizada por la OMC. Se tiene contemplado que las afectaciones inmediatas se verán en los productos agrícolas e industriales, entre los que se consideran los lácteos, manzanas, bebidas alcohólicas y productos de higiene personal. El ministro de Economía mexicano ha informado que los aranceles se mantendrán de manera indefinida, hasta que Estados Unidos cumpla con sus compromisos internacionales ante la OMC y elimine la medida de etiquetado COOL en su totalidad.